El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM) aprobó un crédito de US$14.3 millones y una donación de US$15.7 millones para ampliar el acceso a servicios sostenibles de agua y saneamiento para 52 mil nicaragüenses en comunidades rurales de 85 municipios, a través del suministro de infraestructura y la consolidación de instituciones dedicadas a agua y saneamiento.
El “Proyecto de Sostenibilidad del Sector de Agua y Saneamiento Rural de Nicaragua”, que será implementado por el Nuevo Fondo de Inversión Social de Emergencia (Nuevo FISE) durante cinco años, abre oportunidades para que las comunidades rurales participen en la toma de decisiones sobre los servicios y las opciones técnicas para agua y saneamiento, así como en la construcción de las obras y la administración de los sistemas una vez completados.
En Nicaragua el 43 por ciento de las personas pobres viven en zonas rurales, en muchos casos en comunidades remotas donde el acceso a los servicios básicos se ve limitado por una infraestructura escasa. De hecho, el acceso al servicio de agua en zonas rurales alcanza solo al 68 por ciento de la población y en el caso del servicio de saneamiento, a un 37 por ciento.
Para atender estas dificultades, el proyecto permitirá:
· Incrementar la cobertura de agua y saneamiento sostenible, especialmente en municipios con la cobertura más baja y los mayores índices de pobreza extrema, tanto en la zona del Atlántico como en la del Pacífico, el Alto Wangki y Bokay.
· Fortalecer el sector de agua y saneamiento rural mediante el respaldo institucional al Nuevo FISE y el fortalecimiento de la capacidad para planificar y gestionar dichos servicios a nivel municipal y comunitario.
· Realizar proyectos piloto de servicios de agua, saneamiento e higiene para evaluar nuevas metodologías que podrían mejorar de forma innovadora la sostenibilidad de las inversiones de agua y saneamiento en zonas rurales.
· Proporcionar una respuesta inmediata a emergencias, como inundaciones o epidemias.
“El alcance del proyecto trasciende la ejecución de obras, puesto que se basa en una metodología única orientada a fortalecer una cadena de sostenibilidad para asegurar que, tanto las obras como los servicios brindados a las comunidades, permanezcan y mejoren en el futuro. El esfuerzo beneficia de forma indirecta a todo el país mediante, por ejemplo, el fortalecimiento institucional con el desarrollo de un sistema informático para monitorear de forma continua el estado de los servicios. Confiamos en que estas herramientas puedan también ser aprovechadas por otros socios, sean organizaciones no gubernamentales grandes u organizaciones de caridad pequeñas que están trabajando en este importante sector”, explicó Camille Nuamah, Representante Residente del BM en Nicaragua.
El Banco Mundial es el principal donante en el sector de agua y saneamiento en las zonas rurales de Nicaragua. Este nuevo proyecto se suma a otros dos en el país:
1. El Proyecto de Abastecimiento de Agua y Saneamiento en las Zonas Rurales (PRASNICA), que incluye una donación y un crédito de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) por US$26 millones.
2. El Proyecto de Adaptación al Cambio Climático en los Sistemas de Agua Potable y Saneamiento de Nicaragua, financiado por una donación de US$6 millones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) para fomentar adaptaciones piloto al cambio climático y dar asistencia técnica del Programa Global de Agua y Saneamiento en temas de desarrollo de un mercado de saneamiento rural.
Esta nueva inversión por un total de US$30 millones para el “Proyecto de Sostenibilidad del Sector de Agua y Saneamiento Rural de Nicaragua” es proporcionada por la Agencia Internacional de Fomento (AIF). El crédito de US$14.3 millones tiene un plazo de 40 años, incluido un período de gracia de 10 años.